jueves, 30 de septiembre de 2010

Cerrando la Grieta

Asistentes: Ash el pícaro espadachín y robaconjuros (David), Ananke el guerrero espartiano(Juanlu), Nittha la maga (Inma), Tazón el paladín (Maraña), Halissut el puño sagrado (Sergio), Tar el explorador iniciado en la orden del arco (Miguel).

El grupo prosiguió su incursión en la grieta de los gusanos, completando no pocas hazañas para reunir los fragmentos perdidos del alma de Balakarde.

- Recuperaron el primer fragmento tras vencer al enorme apostol de Kyuss.

- Llegaron a un trato con Zulshyn, la atractiva lilenda que vivía en la aislada torre. Ash la sedujo se comprometió a acompañarla en su retiro durante un año si ella ayudaba al grupo proporcionándoles el fragmento que custodiaba.



- Vencieron a Thessalar el Lich, custodio del tercer fragmento y cuyo lamento mortal arranco la vida de Nittha de sus entrañas. Afortunadamente, el grupo pudo sobreponerse, vencer al terrible lich y sus criaturas de pesadilla y devolverla a la vida a la maga.

Tras reunir los fragmentos, Balakarde pudo materializarse el tiempo suficiente para informar a los aventureros de las habilidades de Dragotha y darles valiosos consejos para cuando llegara el esperado combate.



Los valientes aventureros comenzaron entonces la incursión en la guarida del Dracolich. Hubieron de vérselas con gigantescos gusanos guardianes, hordas de Avolakias sacerdotes oscuros de Kyuss e incluso un brujo guardián que volaba a lomos de una wyverna.

Finalmente llegaron al corazón de la grieta de los gusanos, guarida de Dragotha, el más legendario dracolich y allí se desató el infierno. El poderoso aliento del dragón muerto viviente arrancaba la esencia vital de los aventureros y su sola mirada les paralizaba los músculos. Pero Dragotha no había contado con el nuevo aliado de los aventureros. Haciendo acopio de la poca energía que le quedaba, Balakarde se materializó para luchar su última batalla, ayudando a los aventureros. Su espíritu guiaba sus espadas, los protegía de la paralizante mirada del dragón, ayudaba a su magia a penetrar las defensas.

Finalmente el acoso de los aventureros fue más de lo que el dracolich pudo soportar y su terrible masa ósea se derrumbo, esta vez para no alzarse más.

Frente a los aventureros quedaba solo el legendario tesoro de Dragotha. Más de lo que podrían gastar aunque vivieran varias vidas, pero justo en ese momento, llegó un mensaje apremiante informándoles de la situación en Alhaster, las tropas de Kyuss se habían alzado y una oscura sombra amenazaba la ciudad... Se avecinaba la llegada de una nueva Era.

miércoles, 19 de mayo de 2010

En la grieta agusanada

Asistentes: Ash el pícaro espadachín y robaconjuros (David), Ananke el guerrero espartiano(Juanlu-PNJ), Nittha la maga (Inma), Tazón el paladín (Maraña-PNJ), Halissut el puño sagrado (Sergio), Tar el explorador iniciado en la orden del arco (Miguel-PNJ).

Nuestros aguerridos aventureros comenzaron la exploración de la Fisura de los Gusanos en busca de Dragotha, el temible dracocadáver lugarteniente de Kyuss.

Tras adentrarse en una de las grietas del valle, divisaron un grupo de gigantescos miriápodos agusanados y se retiraron para replantear la estrategia.

Decididos a llegar hasta el final de la grieta, idearon un plan para acabar rápidamente con ellos. Impulsados por la magia de Nittha, se adentraron de nuevo en la grieta, con Ash bastante adelantado y haciendo de cebo. La reacción de las gigantescas sabandijas no se hizo esperar, seis de ellos asomaron de agujeros en la roca y se abalanzaron sobre el gnomo que apenas tuvo tiempo de reaccionar. Afortunadamente su anillo mágico le libró de gran parte de los golpes trasladándole temporalmente a otro plano. Tar reaccionó rápidamente comenzó a hostigar a las criaturas con sus flechas para ganar tiempo, hiriendo a una gravemente. Siguiendo el plan, tras atraer a las criaturas, Ash se retiró de nuevo hacia donde le esperaba el resto del grupo propinando el golpe de gracia con uno de sus argénteos guanteletes a la que había malherido Tar. Era el turno de Nittha de aprovechar que los monstruos se habían arrinconado en poco espacio, sin embargo, antes de que pudiera reaccionar, una pareja de horribles escorpiones gigantes se abrieron paso entre los miriápodos, acercándose al grupo y proyectando imágenes mentales de horror y locura, que diezmaron las características mentales del grupo. En el caso de Nittha, esto la imposibilitaba para el lanzamiento de sus conjuros más poderosos. Viendo como la estrategia que habían planteado podía desvanecerse, Tazón imploró a Heironeus para que restaurara la capacidad mental de la maga. El dios respondió a sus plegarias y Nitta se recuperó lo suficiente para continuar con el plan. Musitó sus palabras arcanas y cuatro meteoros chisporroteantes salieron de la palma de su mano y fueron a estrellarse certeros en los cuerpos de varios de los miriápodos, para luego explotar conjuntamente en una temible conflagración que mató a varios y dejó malherido al resto.

Cuando parecía que la victoria se decantaba del lado de los aventureros, apareció un nuevo peligro. Un apostol de Kyuss, una terrible criatura gigantesca con forma de larva conocida como Ulgurstasta apareció flotando bajo el techo de la caverna, invocando una poderosa magia que iba desecando el cuerpo de los aventureros arrebatándoles la vida.

Afortunadamente, los aventureros reaccionaron rápidamente, se abalanzaron sobre las criaturas que quedaban y fueron ganando terreno, acercándose a la larva. Las flechas de Tar silbaron y las espadas de Tazón y Ananke se cernieron sobre los escorpiones y gusanos restantes, acabando con ellos. Los poderes curativos de Halissut sanaron a los combatientes malheridos y la magia de Nittha transformó al pequeño Piticli en un enorme dragón rojo que, con el apoyo de Ash, comenzó a hostigar al Ulgurstasta, que se vió obligado a ceder terreno.

Sin embargo, aun le quedaba un as en la manga y, cuando Tazón se acercó para acabar con él, una trampa que la criatura había preparado se disparó, privó a Tazón de todas sus protecciones mágicas y generó una poderosa fuerza necromántica que estuvo a punto de causarle la muerte. El apostol de Kyuss comenzó a alejarse, poniendo distancia entre él y los aventureros. Nittha consiguió disipar la mayoría de sus protecciones mágicas, pero la trampa seguía activa y representaba un peligro mortal para cualquiera que quisiera seguir a la criatura.

Finalmente, Ash se acercó hasta la trampa, y, a pesar que todas sus protecciones fueron disipadas, pudo resistir sus efectos. Después, con el pergamino que les había regalado Manzorian, creó una esfera de negación de magia que proporcionó a los aventureros el paso seguro que necesitaban.

Nittha no dudó y se abalanzó volando por el hueco. En cuanto tuvo a la criatura a tiro, invocó un poderoso rayo desintegrador que, certero, acabó con su no-vida.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Chez Tiamikal Nul-Shada

Asistentes: Ash el pícaro espadachín y robaconjuros (David), Ananke el guerrero espartiano(Juanlu), Nittha la maga (Inma), Tazón el paladín (Maraña), Halissut el puño sagrado (Sergio), Tar el explorador iniciado en la orden del arco (Miguel).

Tras abrirnos paso en la guarida de los Tiamikal Nul-Shada, pudimos hablar con su líder, un enorme Gigante del Fuego. Su primer instinto fue atacarnos, pero cuando le demostramos que habíamos venido bien preparados, depuso las armas y accedió a parlamentar. Nos informó de que era su hechicero Thor, un gigante de frío, quien les había asegurado que los Señores del Risco eran los ladrones de la llave de la bóveda secreta. Nos dirigimos a hablar con él, para averiguar como había podido llegar a esa conclusión y le sorprendimos con unos papeles incriminatorios sobre la mesa. En connivencia con Charglar, estaba intentando obtener las dos llaves y abrir la bóveda.


Nos contó que la bóveda estaba protegida por una poderosa magia de encantamiento que sugestionaba a los gigantes para que desearan protegerla. Al negarnos a ayudarle, se enfrentó a nosotros con sus mejores hechizos, pero pudimos derrotarle.

En la fortaleza descendimos hasta contemplar las enormes puertas de la bóveda, en las que había un extraño grabado... Parecía la imagen de un grupo de aventureros (que se parecían sospechosamente a nosotros) combatiendo con una criatura encerrada en un monolito. También vimos que las puertas estaban custodiadas por dos enormes gigantes momificados...

Sabedores de que Charglar era el instigador de los conflictos entre los distintos grupos de gigantes y de que tenía una de las llaves, decidimos dirigirnos en su busca. No sin antes descansar unas horas en la fortaleza de los Tiamikal Nul-Shada.

En el camino, una emboscada de dragones verdes nos distrajo y nos hizo gastar algunos recursos, pero seguimos determinados a dar con Charglar.

viernes, 19 de febrero de 2010

¡Vuelta al tajo!

Asistentes: Ash el pícaro espadachín y robaconjuros (David), Ananke el guerrero espartiano(Juanlu), Nittha la maga (Inma), Tazón el paladín (Maraña), Halissut el puño sagrado (Sergio), Tar el explorador iniciado en la orden del arco (Miguel).

El grupo se había teleportado a la torre de Manzorian el mago. Allí pudimos curar nuestras heridas, devolver a la vida a Nittha y re-equiparnos para las amenazas que nos esperaban.
Tras solo una noche de descanso y algunas compras, nos teleportamos de vuelta a la torre de "Los cazadores de los hijos de Tiamat". Allí nos esperaban de nuevo los gigantes de fuego guardianes. Esta vez las habilidades diplomáticas del paladín dieron su fruto y estábamos a punto de conseguir una audiencia con su líder cuando de la nada apareció el traicionero Gazzilfek, apuñaló a uno de los gigantes y de nuevo comenzaron las hostilidades. Por supuesto, Gazz volvió a desaparecer antes de que pudiéramos reaccionar.

El combate con los guardianes no supuso un desafío para el grupo en plenitud de condiciones, pero, cuando estábamos a punto de acabar con el último de ellos, nuestro viejo amigo, el dragón azul invisible, hizo acto de presencia, sorprendiéndonos con un cono de rayos surgido de la nada.
Pero esta vez estábamos preparados. Halissuth invocó su magia purgadora de invisibilidades, Nittha disipó varias de las protecciones mágicas del monstruo, y Ananke se abalanzó sobre el dragón, para descubrir que sus protecciones mágicas también se habían recuperado. Ash, se acercó también y con un golpe preciso, se abrió paso entre las defensas mágicas del dragón y absorbió una de ellas. Tar aprovechó el momento para descargar una andanada de flechas sobre él, mientras Nittha le hostigaba con sus conjuros.

El dragón intentó a la desesperada retirarse y volver a hacerse invisible para sorprendernos, pero, cuando volvió a aparecer, estábamos listos para reaccionar y una nueva tanda de conjuros, flechas, golpes de espada y, por último, el mortal golpe de gracia de la espada de Ash acabaron con él.

Tras despojar al cadáver de dragón de sus objetos mágicos y ya con más tranquilidad, nos adentramos en la fortaleza gigante, donde Ash avistó y pudo desactivar una sospechosa puerta-trampa en el techo del pasillo de entrada. Al otro lado de dicho pasillo esperaba una enórme bóveda... totalmente vacía y sin ninguna otra salida. Extrañados, volvimos a registrar el pasillo y encontramos dos puertas secretas que se adentraban en la fortaleza...

martes, 16 de febrero de 2010

Fuego cruzado

Asistentes: Ash el pícaro espadachín y robaconjuros (David), Ananke el guerrero espartiano(Juanlu), Nittha la maga (Inma), Tazón el paladín (Maraña), Halissut el puño sagrado (Sergio), Tar el explorador iniciado en la orden del arco (Miguel).

Tras el combate con Necrocyte, tuvimos una visita de lo más inesperada. Ante nosotros se presentó Gazzilfek, el gnomo maestro de ceremonias del príncipe Zeech y nos confesó que en realidad era una especie de 'agente de inteligencia' que trabajaba para un rey gigante de un reino lejano. Además, nos dijo que no era un gnomo, sino un Spriggan, una criatura mágica capaz de alterar su tamaño a voluntad. Nos dijo que había sido enviado a recabar información acerca de la era de los gusanos y por eso entró al servicio de Zeech el príncipe de Alhaster, sus pesquisas le habían llevado hasta Kongen Thulnir. Nos ofreció su ayuda y su compañía. Aunque había algo sospechoso en él, decidimos aceptarla, al menos temporalmente, y volvimos nuestra atención a los gigantes que nos habían estado vigilando.

Tras conversaciones con los gigantes que nos habían observado, llegamos a la conclusión de que para comprender lo que estaba ocurriendo en la fortaleza, debíamos hablar con el rey Khargak Dwergun. Nos informaron de su localización y allí fuimos. En el palacio encontramos un anciano y achacoso rey gigante, que nos habló del ataque dragonil que estaban sufriendo. Ocurría en un momento inoportuno, en el que se encontraban en conflicto con los otros clanes de gigantes que habitaban allí. Uno de ellos vivía en el nivel inferior de la ciudadela y su caudillo era un tal Charglar. Otro de ellos, vivía en una de las fotalezas y se hacían llamar los Tiamikal Nul-Shada, que Nittha nos tradujo como "Los cazadores de los hijos de Tiamat", guardianes de la bóveda sagrada, donde a ningún ser le estaba permitido el paso bajo ningún concepto, según los preceptos establecidos por sus ancestros. Al parecer, los Tiamikal estaban enfadados con Khargak por la pérdida de una de las llaves de la bóveda.

Decidimos cruzar el gran puente que separaba estas dos zonas para dirigirnos a hablar con los Tiamikal Nul-Shada, pero fuimos emboscados por tres dragones azules que se materializaron sobre nosotros y nos electrocutaron con sus alientos de rayo. Heridos y sorprendidos, decidimos teleportarnos con ayuda de Nittha a la zona de los Tiamikal para reorganizar nuestra estrategia.

Una vez allí, descubrimos que, para nuestra desgracia, los guardianes gigantes de las puertas de ese territorio no parecían muy dispuestos a entablar una conversación y, enseguida, comenzaron las hostilidades con ellos. Por si esto no fuera poco, unos segundos más tarde, los dragones que nos habían atacado anteriormente se unieron a la refriega y nos vimos en medio de un fuego cruzado. Al menos, tras el ataque de los dragones, los gigantes decidieron centrar sus ataques en ellos, antes que en nosotros.
Antes de que Nittha pudiera reaccionar, el daño acumulado de los alientos anteriores y los que sufrimos en ese momento fue demasiado para ella y se desplomó sin vida. Dudando entre retirarnos una vez más o aguantar, decidimos plantar cara a los dos dragones que habían aparecido. Frente a ellos, nos encontrábamos en una lucha de iguales y, poco a poco, fuimos abriendo brecha en sus defensas. Sin embargo, había un tercer dragón, más poderoso que estos, que permanecía invisible mientras atacaba y que no cesaba de hostigarnos con alientos cónicos de rayo y con conjuros.

Tras algunos asaltos, conseguimos hacer caer a los dos dragones 'menores'. Uno fue consumido instantáneamente en las llamas sagradas del fuego de Halissuth y el otro sucumbió a las heridas combinadas del resto del grupo, pero el líder se nos escapaba. Ash, en un momento de desesperación, utilizó uno de los poderosos conjuros en pergamino que nos había otorgado Manzorian para obtener visión verdadera y localizar al dragón. Sin embargo, aun así, sus protecciones mágicas y su mayor movilidad nos impedían llegar a plantarle cara.

Finalmente, agotados, casi sin recursos y, algunos, al borde de la muerte decidimos reagruparnos y utilizar uno de los pergaminos de Nittha para volver a la torre de Manzorian y poder recuperarnos. Sin embargo, justo antes de la teleportación, Ash, con la visión verdadera otorgada por el conjuro, pudo ver algo que le sorprendió... Gazzilfek estaba protegido por una ilusión que le daba el aspecto de un spriggan, pero en realidad se trataba de una criatura deforme y agusanada, sin duda una criatura de Kyuss...

viernes, 29 de enero de 2010

Los Reyes del Risco

Asistentes: Ash el pícaro espadachín y robaconjuros (David), Ananke el guerrero espartiano(Juanlu), Nittha la maga (Inma), Tazón el paladín (Maraña), Halissut el puño sagrado (Sergio), Tar el explorador iniciado en la orden del arco (Miguel).

Tras la despedida de Amfortas y la reincorporación de Tar, los héroes partimos hacia la antigua fortaleza de Kongen-Thulnir, lugar de descanso de la filacteria de Dragotha. Aprendimos de Manzorian que se trata de una antiquísima ciudela habitada por gigantes (antiguamente aliados con la Orden de las Tormentas, pero que probablemente hayan sido sustituidos por otros, ya que la fortaleza era bastante disputada) y especialmente diseñada para resistir los ataques de dragones (abundantes en la cordillera en la que se encuentra).

Una vez allí, encontramos dragones de todos los tipos y colores asediando una ciudad fortaleza defendida por gigantes. Un colosal dragón rojo que destellaba con los reflejos solar parecía dirigir las fuerzas de los dragones. Nittha lo identificó como Brazzemal el Ardiente, un poderoso dragón que gustaba de incrustarse piedras preciosas entre las escamas. También pudimos ver que los dragones parecían concentrar sus esfuerzos en una de las torres fortificadas, aunque ignoramos el motivo.



Decidimos intentar una aproximación sigilosa a la ciudadela, pero fuimos sorprendidos a medio camino por el legendario dragón verde infernal llamado 'Necrozyte', famoso por su poder y su odio hacia los aventureros. Antes de que pudiéramos reaccionar, se materializó junto al grupo, derramando su aliento ácido sobre todos. Los combatientes intentaron reaccionar, pero prácticamente todos los ataques eran desviados por la dura piel del monstruo y sus protecciones mágicas. Incluso los conjuros parecían no afectarle. Se planteaba una batalla complicada.

Necrozyte centró sus atques en el paladín, dejándole malherido y sin apenas recibir una herida a cambio. Replanteándo nuestra estrategia, Nittha consiguió penetrar sus defensas mágicas y disipar la totalidad de los conjuros protectores que le cubrían, momento que aprovecharon Tazón, Ananke y Ash para abrir brecha e infligirle las primeras heridas de consideración. El dragón comenzó a temer un cambio de tornas en el combate y decidió cambiar su estrategia: se hizo invisible y se alejó, dejando el grupo desconcertado y sin saber donde atacar.

Halisuth intentó purgar la invisibilidad de la zona, pero la movilidad del dragón era demasiado grande y ya se hallaba fuera del alcance del conjuro. El tiempo pasaba y nadie sabía dónde atacar. Afortunadamente Ash aun guardaba un antiguo pergamino que le permitía ver criaturas invisibles. Apresuradamente lo leyó y pudo averiguar la localización del dragón. Nittha y Tar, que estaban esperando una indicación aprovecharon ese momento para descargar una temible bola de fuego y una mortífera andanada de flechas sobre la zona que ocupaba el dragón. Ambos hallaron su objetivo y el dragón se materializó de nuevo, desplomándose ya sin vida sobre el campo de batalla.

Una vez más calmados, a lo lejos pudimos divisar, una barricada defendida por gigantes que parecían no haberse perdido nada de nuestra actuación...

martes, 5 de enero de 2010

La biblioteca del último recurso

Asistentes: Amfortas el clérigo de San Cuthbert(Enrique), Ash el pícaro espadachín y robaconjuros (David), Ananke el Guerrero Espartiano(Juanlu), Nittha la maga (Inma) y Tazón el paladín (Maraña), Halissut el Puño Sagrado (Sergio).

Siguiendo los consejos de Lashonna, viajamos a la isla para averiguar la localización de la filacteria del general de Kyuss Dragotha, superamos las pruebas de los guardianes del conocimiento (compitiendo con un grupo liderado por un sacerdote de Vecna, portador de la legendaria mano de Vecna, que quería lo mismo) y supimos la localización de la filacteria. También nos enteramos de que, en esa batalla, Lashonna cayó frente a las fuerzas de Kyuss y fue devorada por sus gusanos, así que hemos estado siguiendo las instrucciones de una impostora o una traidora.

El príncipe de RedHand

Asistentes: Amfortas el clérigo de San Cuthbert(Enrique), Ash el pícaro espadachín y robaconjuros (David), Ananke el Guerrero Espartiano(Juanlu), Nittha la maga (Inma), Tazón el paladín (Maraña), Halissut el Puño Sagrado (Sergio).

Manzorian nos aconseja viajar a la ciudad de Alhaster y buscar allí a Lashonna, la hechicera consejera del tiránico príncipe Zeech, gobernante de la ciudad, posíblemente la última persona que vio a Balakarde con vida. Para ello asistimos a la fiesta que Lord Zeech organizaba con motivo del vigésimo aniversario de su gobierno. Además de muchas actividades 'sociales', conseguimos hablar con Lashonna, con ella descubrimos que el dragón que se llevó el monolito con Kyuss dentro era Dratgotha, que después se convirtió en un Dracolich (o Dracocadáver), un dragón que acepta la no-muerte a cambio de más poder y que almacena su esencia vital en una filacteria. Mientras no se destruya la filacteria, es imposible matar al dragón. También supimos que la orden de las tormentas, en una cruenta batalla consiguó capturar esa filacteria y esconderla. El conocimiento acerca de dónde quedó encerrado con ellos en la biblioteca del último recurso, una isla mágica en un plano paralelo.

El torreón de las largas sombras

Asistentes: Amfortas el clérigo de San Cuthbert(Enrique), Ash el pícaro espadachín y robaconjuros (David), Ananke el Guerrero Espartiano(Juanlu), Nittha la maga (Inma), Tazón el paladín (Maraña), Halissut el Puño Sagrado (Sergio).

Haciendo caso al consejo de Manzorian, decidimos seguir los pasos de Balakarde, y viajamos al lugar de la apoteósis divina de Kyuss. Visitamos una especie de ciudad fantasma, rodeada por murallas élficas mágicas, donde había aprisionados millones de pequeños gusanos. En su centro, un zigurat que era la sede del culto de Kyuss, donde se realizó el ritual que convertiría a Kyuss el guerrero en Kyuss el dios. El 'gúia espiritual' de Kyuss resultó ser un extraño ser alienígena/muerto viviente de 6 brazos que seguía allí y al que eliminamos. Tuvimos visiones del pasado en el que vimos el ritual (que implicó la muerte de un montón de inocentes) y cómo Kyuss terminaba atrapado en una especie de monolito anclado en el zigurat que luego era tomado por un gigantesco dragón rojo que se marchaba.

sábado, 2 de enero de 2010

Asistentes: Amfortas el clérigo de San Cuthbert(Enrique), Ash el pícaro espadachín y robaconjuros (David), Ananke el Guerrero Espartiano(Juanlu), Nittha la maga (Inma) y Tazón el paladín (Maraña).

Al fin consiguieron rescatar a Allustan, encerrado en una jaula de rayos relampagueantes. Del Marqués del río han obtenido un objeto legendario de los Vaati que les guía hasta la legendaria tumba de Icosiol, heroe de los Duques del Viento.
Tras superar una peligrosa sala de columnas flotantes y elementales de aire los heroes alcanzan la sala de la tumba, protegida por un guardián involuntario, el demonio Augerric.
Tras un épico combate hallan el legado de Icosiol, una de las partes de la legendaria vara de la Ley, la Vara de Siete Partes.

Tras regresar, Allustan, visiblemente preocupado por la carta de Eligos aconseja a los heroes que vayan a visitar a su antiguo maestro el Archimago Manzorian, para avisarle de los tiempos que se avecinan...